lunes, 15 de junio de 2020
CHAUNCEY – 16/06/2020
James Chauncey, de la estadounidense ciudad de Fayetteville, tuvo una experiencia cercana a la muerte en 1946 cuando a la edad de 9 años, "murió" de meningitis y el médico ordenó preparar la cremación de su cuerpo a fin de evitar el contagio.
En ese trance se le mostró el más allá y el futuro del mundo. Durante 60 años guardó silencio, pero le pidieron escribirlo y la convicción de que el Cielo quiere que su experiencia sea dada a conocer le indujo a publicar un libro en 2011 con el título Testigo del Cielo.
Él, que había trabajado en el servicio meteorológico del Ejército y como ingeniero en la NASA, cuenta en su libro que se le mostró lo que sería de la Tierra. Escuchó ruidos retumbando mientras veía el noreste de Europa. El Ejército ruso se movía sobre Siria. Continuaba por el suroeste y sureste sin pasar por Israel. Conquistaron toda África y Asia excepto China. Luego empezaron con Europa. Después de diezmar Inglaterra lanzaron misiles desde barcos a Nueva York, Washington, Filadelfia, Cincinnati, Jacksonville, Atlanta y otros lugares, pero aún no eran nucleares. A esto se siguió un desembarco de tropas y al mirar a la costa oeste oyó enormes explosiones. Había tropas islamistas viniendo de México y América del Sur. Supuse que Rusia tenía un pacto con los países musulmanes. Después las bombas atómicas empezaron a caer y hubo explosiones nucleares.
En medio de esa gran guerra que duraba 20 años, se producían grandes desastres naturales, terremotos que crearían un enorme lago en el medio oeste estadounidense, la desaparición de gran parte de Florida y de la costa este, un abismo de agua entre el continente y California, erupciones volcánicas, epidemias, perturbaciones sin precedentes, la Tierra tambaleándose y provocando un gran caos antes de volver a su posición habitual.
Le fueron mostradas armas militares desconocidas en ese momento y que ahora son realidad como el avión de combate Sealth, lo cual le convence que estamos en el umbral del desastre.
Habrá una purificación del mundo seguida de una renovación cuando los supervivientes salgan de la sequía a las lluvias normales.
Las montañas habían caído, el curso de los ríos cambiado y mucho terreno desaparecido. Algunas partes de Texas y Arizona eran ahora lagos. Lo que había sido desierto del oeste ahora era con árboles verdes y vegetación exuberante. El mundo se había convertido en un vergel, el agua era clara en los lagos y ríos, con abundancia de peces, aves y vida animal.
Al pedir a Dios que le quite la carga de difundir todo esto siempre le responde: "Recuerda Nínive". Lo que tiene muy claro es que la humanidad no lo puede evitar a no ser que rechace totalmente el mal.
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