26 de junio de 2013

El amor a María es parte esencial del amor a Jesús




       El congregante sabe muy bien que el amor a María es parte esencial del amor a Jesús, que no es más que una forma del amor a Jesús, y que no es posible conocer a Jesucristo, ni amarle como se debe, sin una tierna devoción a María. Ella está tan estrechamente unida a la gloria de su Hijo, que todo acto de amor que se le tribute es un verdadero acto de amor a Jesús. No es posible imaginar, como se hace a veces superficialmente, que la devoción a María es como una cesión que ha hecho el Hijo en favor de la Madre, y que esta devoción se distribuye entre ambos, en proporción a su dignidad, de moso que sea casi toda para Jesús, y lo que queda para María[…]. Si la devoción a María no fuese en sí misma una devoción a Jesucristo, defraudaríamos al Hijo y constituiría como una especie de sacrilegio.

Julio de Hoyos, folleto Consagración a María, Madrid: S. M., 1965, p. 26
46 (21-VI-2013)

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