PERISCOPIO
30/07/2016
NACHO ALDAY - BRUJERÍA
Lo más peligroso de la brujería es que viene
disfrazada de luz. La magia es muy
engañosa y se disfraza de muchas formas, incluso a veces se practica pensando que se trata de experiencias
sobrenaturales.
En esencia practicar la brujería es abrir
una puerta al diablo sobre los pensamientos, creencias, sentimientos y libre
albedrío. Generalmente esto se produce por etapas. Esta puerta permite y otorga
derechos a los demonios sobre la persona y su alma.
Cada espíritu maligno trae algo con él para
conectarlo dentro de la persona e induce a pensar que se están aprovechando las
potencias que uno tiene. El poder demoníaco puede ser una fuerza o despertar interior.
Este sentimiento es increíblemente
satisfactorio a los sentidos creando un deseo de seguir haciéndolo por lo que
la persona quiere profundizar para alcanzar niveles más altos de este poder que
han experimentado.
Lo que sucede es que se le está concediendo al demonio cada vez
más acceso a las profundidades del alma, dándole así más derechos. Estos le
permiten utilizar nuestro cuerpo para
sus obras y llenar nuestra alma con sus creencias y espíritus demoníacos. Satanás quiere convertirnos en instrumentos para su obra
del mal. Una vez que se les da acceso se queda conectado con su poder y él pone
en marcha cosas dentro de nosotros que pueden funcionar sin nuestro
conocimiento consciente pero la conexión se hace por
nuestra propia voluntad. Por
tanto la brujería es una conexión
abierta y lista para ser utilizada en cualquier momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario