11 de septiembre de 2014

CiU quiere adoctrinar para su plan secesionista a 500.000 musulmanes

CiU quiere adoctrinar para su plan secesionista a 500.000 musulmanes


http://m.abc.es/espana/20140911/abci-adoctrinar-secesion-musulmanes-201409102135.html

Desde que Mas inició su desafío aumentaron las relaciones de los nacionalistas con líderes islamistas, algunos radicalizados

Convergencia i Unió (CiU) pretende adoctrinar en el ideario secesionista a los 500.000 musulmanes que en la actualidad residen en Cataluña, para que secunden y blinden socialmente la hoja de ruta hacia la independencia emprendida por Artur Mas y sus aliados de ERC.
Según fuentes de los servicios de información, la afluencia de musulmanes a Cataluña se ha visto favorecida por la política migratoria de CiU. Una política encaminada a primar la llegada de extranjeros que no hablan castellano, en su mayor parte procedentes del Magreb, con el objetivo de «catalanizarlos» más fácilmente a través de la lengua. Es decir, se les impone el catalán, sin conocimiento, básico siquiera, del español.
En este sentido, el 25 de marzo de 2003 el entonces consejero en Cap de la Generalitat, Artur Mas, inauguró en Casablanca (Marruecos) una «embajada» dirigida por el independentista republicano Ángel Colom. Se trataba ya de potenciar la inmigración desde ese país a Cataluña y, de paso, que Rabat apoyara el entramado de empresas catalanas.
Mediante esta política migratoria, de los 70.000 musulmanes que residían en Cataluña a principios de 2.000, se ha pasado en 2014 a prácticamente 500.000. Es decir, un tercio de toda la población musulmana afincada en España se concentra en esa Comunidad Autónoma. Y el efecto llamada, sin duda, se hará notar en los próximos años si se mantiene la misma estrategia desde la Generalitat.
¿A qué obedece esta generosidad de CiU? El caso es que desde que a finales de 2010 comenzaron a intensificarse los pronunciamientos de dirigentes nacionalistas a favor de mayores cuotas de autogobierno, han ido creciendo también las muestras de apoyo al proceso soberanista llevadas a cabo por amplios sectores de la comunidad musulmana asentada en Cataluña. Es más, a partir de que se fijara la fecha y la pregunta de la pretendida consulta independentista, CiU ha ido aumentando los contactos con esta comunidad religiosa, a través de sus líderes o imanes.
Todo ello encaminado a buscar apoyos a la citada consulta -con el voto el que pueda hacerlo y, si no, con otro tipo de manifestaciones-. Los gestos amistosos, cada vez más frecuentes, entre los partidos nacionalistas catalanes y determinados líderes de la comunidad musulmana, algunos en la órbita del salafismo wahabí -una de las corrientes más integrista y medieval del Islam- van dirigidos en una dirección: el rechazo a lo que es y representa España, la ruptura de su integridad territorial.
Asentar la religión
Este particular guiño dirigido a la comunidad musulmana, a fin de facilitar las condiciones adecuadas para asentar una religión en la Comunidad Autónoma, no tendría mayor trascendencia si no fuera porque entre los más radicales de sus visionarios se contempla en un futuro la posibilidad de crear un «estado islámico catalán».
Extraños compañeros de viaje. En el verano de 2010 los medios de comunicación se hicieron eco de unas sorprendentes declaraciones de Abdelwalhab Houizi, imán de la mezquita Ibn Hazn de la calle Nord, en Lérida. Era, entonces, la más grande del municipio. Ante un auditorio atónito, instaba a la comunidad islámica residente en Cataluña a aprovecharse de los independentistas. «Ellos se apoyan en nosotros para conseguir votos, pero lo que ellos no saben es que cuando nos dejen votar, todos votaremos a los partidos islámicos, pues nosotros no pensamos en izquierdas ni derechas. Esto nos hará ganar alcaldías y a partir de ahí, con las grandes competencias de las autonomías, empezará a implantarse el Islam».
El discurso del imán trascendió porque la mujer de uno de los asistentes al rezo lo relató a los medios de comunicación. Pero las delirantes declaraciones no activaron las alarmas en los cuarteles generales de los partidos nacionalistas. Antes al contrario, algunos de sus miembros afirmaron que preferían «ser moros antes que españoles».
Expulsado de España
Moureddine Ziani, presidente de la Unión de Centros Culturales Islámicos de Cataluña, fue nombrado responsable del área marroquí de la fundación Nous Catalans, creada por Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) para promover el independentismo catalán entre los inmigrantes.
Esta fundación recibe subvenciones de la Generalitat en concepto de «realización de programas y actividades de integración social de personas extranjeras inmigradas y catalanes retornados». Pues bien, la persona que CDC colocó al frente de su fundación recibió el 3 de mayo de 2013 una orden de expulsión de España por poner en riesgo la seguridad del Estado, comprometer la política exterior y constituir una amenaza a la estabilidad de las instituciones. Todo ello, a raíz de una denuncia del CNI, que le acusaba de ser un colaborador muy relevante de un servicio de inteligencia extranjero, en alusión a la Dirección General de Estudios y Documentación de Marruecos.
Los nacionalistas, y la Asamblea Nacional Catalana, en lugar de entonar el «mea culpa», acusaron al CNI de realizar una maniobra para amedrentar a los inmigrantes que se interesan e implican en el proceso soberanista de Cataluña.

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