25 de septiembre de 2019

VOZ

martes, 24 de septiembre de 2019


VOZ – 25/09/2019

Ron Difrancesco era un corredor de comercio canadiense que trabajaba en la planta 84 de la Torre Sur del World Trade Center de Nueva York y el 11 de septiembre de 2001 había acudido a su puesto de trabajo como cualquier otro día. Vio una gran deflagración en la otra torre y observaron que de allí salían humo y papeles. No vieron el avión ni nada más. Solo el agujero en el edificio. Nadie entendía qué estaba pasando. Les dijeron que se trataba de un accidente en la Torre 1, pero que la Torre 2 estaba segura. Regresó a su mesa para volver al trabajo cuando recibió una perturbadora llamada desde Toronto de un amigo de la universidad que estaba viendo lo sucedido por televisión: empezó a gritarle ¡sal de ahí! Cuando se asomó, vio personas en las ventanas sin saber que hacer, debatiéndose entre saltar o morir abrasadas. Agarró a un compañero y le dijo: vámonos de aquí. Entonces llegó el segundo impacto, esta vez en su edificio. No vio nada, pero empezaron a caer los paneles del techo. No sabía que era un avión. Pensó que quizá era un generador que se había hundido. Tuvieron que bajar por las escaleras porque los ascensores estaban cerrados, pero el humo era demasiado denso y se agacharon para intentar respirar por debajo del humo. La gente se desmayaba intentando encontrar una salida. Él también estaba a punto de desmayarse cuando oyó una voz que le llamaba y le decía "levántate y sigue por este camino" y es lo que hizo. Se acercó a las llamas y cogió una placa de cartón yeso para abrirse paso hacia abajo. Fue atravesando todas las plantas que estaban incendiadas. Lo hizo guiado por la voz clara y tranquila, que le decía por dónde tenía que ir. No fue un camino fácil, corrió por tres plantas en llamas sin saber cómo no se quemó hasta que de repente empezó a sentir frescor y humedad. Habían empezado a funcionar los aspersores contra incendios. Siguió bajando en solitario camino de la salvación. Cuando llegó a la planta baja, en la entrada, quería salir corriendo, pero no les dejaron. Había gente que estaba saltando y escombros cayendo así que nos llevaron por una zona subterránea hacia otra salida. Allí se encontró con un colega y empezaron a caminar hacia esa salida, pero comenzó a derrumbarse el edificio. Giró a la derecha y vio una bola de fuego enorme que se acercaba a ellos. Es lo último que recuerda. No sabe cómo salió de esa torre ni fue consciente de ser el último en hacerlo. Se despertó tres días después en el hospital. Aún tiene cicatrices en el rostro de las heridas que sufrió, incluso sus lentillas se le pegaron los ojos por las altas temperaturas. El deseo de volver a ver a su mujer y a sus hijos fue un estímulo para luchar por la supervivencia.

La voz que le guió cree que era de un ser superior, hay quien lo llamaría Dios, un ángel o una voz interior, pero está seguro de que era una voz que venía de dentro del edifico. Decidió seguir las órdenes de esa voz que le condujo hasta un lugar más seguro y ya no volvió a escucharla. Así consiguió sobrevivir.   

https://www.abc.es/play/television/noticias/abci-cuarto-milenio-extrana-historia-ultimo-superviviente-11-s-bajo-84-pisos-ayuda-201909240342_noticia.html

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