19 de septiembre de 2019

LIRIA

miércoles, 18 de septiembre de 2019


LIRIA – 19/09/2019

Hoy comienzan las visitas diarias para el público al madrileño Palacio de Liria, un recorrido por seis siglos de historia en grupos de 20 personas.

Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, el XIX duque de Alba, vive allí desde 1956, cuando se inauguró, después de su restauración, para su primera comunión. Él se ha criado entre estos muros, levantados por Ventura Rodríguez en 1770 originalmente, pero que fueron destruidos en la guerra contra el comunismo. Contienen una colección de obras maestras. El ducado de Alba nace en 1472 y sus seis siglos son de la máxima relevancia histórica en España. Aquí falleció la emperatriz Eugenia de Montijo. Fue visitado por grandes personalidades a lo largo de los siglos. Y hoy el palacio de los Alba es el centro tanto de su poder como de su memoria. En estos 3.500 metros cuadrados se guarda el núcleo de su patrimonio. El viaje en el tiempo comienza en los orígenes de los Fitz-James Stuart, con María Estuardo, reina de Escocia, tatarabuela de Jacobo James Fitz-James, el primer antepasado del duque. Desde estos inicios resulta palpable la mezcla de museo y domicilio habitado que es. Colecciones valiosas y preciosos objetos que hicieron singular la vida cotidiana de los Alba, desde los botecitos de perfume predilectos de Cayetana, la madre del actual duque hasta los bargueños de una familia acostumbrada a los papeles y secretos de Estado desde tiempos de los Reyes Católicos y Carlos I. El Gran Duque de Alba y el doble retrato del Emperador e Isabel de Portugal presiden la Sala Flamenca. Junto a ellos, Felipe IV y una colección de pintura flamenca y holandesa donde figura una de las obras favoritas del actual duque: una marina de Willen Van der Velde. Sigue el salón del Gran Duque, que rinde homenaje a quienes iniciaron los grandes servicios de la casa a la Monarquía, como don Fernando Álvarez de Toledo, retratado por Rubens y también por Tiziano, con armadura de gala y todos los atributos de su poder. La Sala Española tiene todo el encanto del siglo de Oro, Velázquez, Zurbarán, El Greco, Ribera y Murillo. Es una colección única. En una sala contigua están los miembros más recientes de la familia: Cayetana niña en su montura, por Zuloaga. En la Sala Italiana destaca la Última Cena de Tiziano. Y después el Salón Goya, con los retratos de la XIII duquesa. La visita se extiende por el comedor con vistas a los jardines versallescos y con las paredes cubiertas por cuatro inmensos tapices que recrean los cuatro continentes, salones de Baile decoración de Segundo Imperio francés con porcelanas de Sèvres y concluye en la biblioteca con diferentes documentos y privilegios de la casa. Al salir de la única gran casa solariega que queda en la capital da la impresión de haber realizado un viaje por la historia en formato familiar, mientras se pisa el camino de grava que devuelve, lentamente, al ruido cacofónico del centro de Madrid. En la puerta hay un goteo constante de personas que preguntan cómo visitarlo.

https://www.abc.es/cultura/arte/abci-duque-alba-recibe-abc-dias-antes-abrir-puertas-liria-201909150410_noticia.html

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