18 de julio de 2018
Una catedral para Bahrein dedicada a Nuestra Señora de Arabia
Paul de Dinechin | Mar 26, 2018
© www.bahraincathedral.org
Será la segunda iglesia de Bahrein, pero no será una cualquiera: en pocos días empezarán las obras de construcción de una gran catedral, capaz de acoger a más de dos mil fieles, en un país que cuenta hoy día con unos 80.000 católicos.
Los trabajos, previstos a partir del próximo abril, según Mons. Camillo Ballin, vicario apostólico de Arabia septentrional, deberían durar cuatro años. Así, precisa el prelado, a partir de 2021, la catedral bajo el patrocinio de Nuestra Señora de Arabia dará testimonio de la presencia cristiana en suelo musulmán de una de las poderosas monarquías petroleras.
Este vasto proyecto se decidió hace ahora cinco años, tras la cesión a la comunidad cristiana de un terreno a unos veinte kilómetros al sur de la capital. Fue el rey Hamad bin Isa Al Jalifa quien hizo la ofrenda a la Iglesia. Después de tres siglos, la monarquía suní dirige esta isla del golfo Pérsico, situada entre Qatar, al este, y Arabia Saudí al oeste.
Aunque el islam domina ampliamente el paisaje político y religioso de Bahrein –es la religión del Estado y la sharía islámica es la fuente de todo el Derecho–, existe un poco más de un 8 por ciento de cristianos en Bahrein. Y es una cifra que no para de aumentar: en los países que cubre el vicariato apostólico (Qatar, Arabia Saudí, Kuwait), la población cristiana se cuenta por millones, precisa Mons. Ballin.
En su mayoría, estos cristianos son de origen inmigrante, sobre todo filipinos, pero también de la India. Un aumento de población provocado por la necesidad de una fuerte mano de obra para este país que ha construido su riqueza basándose en el petróleo.
En adelante, el nuevo edificio cristiano dará cobijo a la sede del obispado de toda la zona apostólica. Como es lógico, la catedral se convertirá también en la sede de la Iglesia en todo el norte del Golfo arábigo.
Sin embargo, más allá de este aspecto administrativo, Nuestra Señora de Arabia tiene también la ambición de convertirse en centro de formación espiritual, señala el obispo. Los sacerdotes podrán, por ejemplo, reunirse allí para realizar retiros o seguir cursos de catequismo. Mejor que un reconocimiento oficial para la comunidad cristiana, esta catedral responde a una auténtica necesidad espiritual.
Esta futura catedral es, en definitiva, el signo de una cierta apertura al Reino de Bahrein, insiste el vicario apostólico. Además, en estos términos alabó en 2016 al régimen Bernardito Auza, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas. Este representante del Papa subrayó la singularidad de esta bienvenida al pluralismo religioso, en una “región en la que la apertura no siempre está presente”…
Más información en http://www.bahraincathedral.org/
Paul de Dinechin
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