30 de marzo de 2016

Extrema derecha en alza El miedo al yihadismo no puede servir de caldo de cultivo para ideologías contrarias a lo que representa Europa


Extrema derecha en alza

El miedo al yihadismo no puede servir de caldo de cultivo para ideologías contrarias a lo que representa Europa

Guardar
Manifestantes se enfrentan a la policía el pasado domingo en Bruselas. REUTERS
La irrupción violenta de medio millar de militantes de extrema derecha en la manifestación celebrada el domingo en Bruselas contra los atentados de la semana pasada no es una anécdota sino un revelador síntoma de cómo la situación de temor creada por el terrorismo yihadista se ha convertido en un caldo de cultivo inmejorable para diferentes grupos, existentes con mayor o menor fuerza en todos los países de la Unión Europea, que predican un mensaje racista y xenófobo.
No se trata ya solo de la entrada en algunos Parlamentos —tal y como sucedió en las pasadas elecciones regionales en Alemania— de partidos con un mensaje absolutamente contrario a los valores encarnados por el proyecto de construcción europea como la diversidad, ayuda mutua o tolerancia. El temor y la crispación generados por los sucesivos atentados yihadistas entre una población agredida y que demanda respuestas está siendo aprovechada por estos grupos para dar un paso más y mostrar —tal y como sucedió en Bruselas— su presencia en la calle.

La lucha contra el yihadismo, la mayor amenaza de seguridad a la que se enfrenta Europa, exige mucho más que demostraciones de fuerza de carácter matón arropadas con consignas de fácil consumo. Las políticas de seguridad y defensa de los Gobiernos democráticos de la UE son, sin duda, menos emocionales y espectaculares que la acción inmediata, pero son la única vía democrática de victoria ante el terror. El creciente auge de la extrema derecha en Europa puede suponer un importante obstáculo en esta lucha.

ADVERTISEMENT
El crecimiento de la extrema derecha no es algo que deba tomarse a la ligera ni puede formar parte, sin más, del paisaje político europeo. La existencia, por ejemplo, de un partido abiertamente neonazi en Grecia no debe dejar indiferente a nadie. Europa tiene un gran enemigo al que batir, pero no debe echarse en los brazos de ideologías contrarias a su propia esencia.

No hay comentarios: