28 de octubre de 2013

El Gobierno español califica de “inaceptable” el espionaje de EE UU

El Gobierno español califica de “inaceptable” el espionaje de EE UU

El secretario de Estado Méndez de Vigo pide explicaciones al embajador de Washington

"De ser ciertas, estas prácticas son insaprpiadas e inacpetables", sostiene Madrid

El bloguero Glenn Greenwald confirma el espionaje masivo de Estados Unidos en España

El embajador de EEUU en España, James Costos, a su llegada hoy al Palacio de Santa Cruz, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España. / BERNARDO PÉREZ
El embajador de Estados Unidos en España, James Costos, se ha reunido esta mañana con el el secretario de Estado para la UE, Íñigo Mendez de Vigo, para dar explicaciones al Ejecutivo español sobre las informaciones publicadas en los últimos días por EL PAÍS, que adelantó que la agencia estadounidense rastreó millones de llamadas telefónicas, de SMS, y correos electrónicos de ciudadanos españoles. La agencia también tuvo entre sus objetivos a políticos españoles y miembros del Gobierno, según avanzó este periódico.
Costos fue convocado por orden del presidente Mariano Rajoy. Un comunicado del ministerio de Exteriores afirma que Madrid reiteró al Embajador su "preocupación por las informaciones aparecidas en los medios de comunicación en los últimos días" y subrayó "el necesario equilibrio que todo sistema debe mantener entre la seguridad y la defensa de la privacidad e intimidad de las comunicaciones, tal como recoge claramente la legislación española".
España transmitió a Estados Unidos "la importancia de preservar el clima de confianza que rige en las relaciones bilaterales y de conocer el alcance de unas prácticas que, de ser ciertas, son impropias e inaceptables entre socios y países amigos".
Costos, según la nota, señaló que "trasladará a sus autoridades esta preocupación" y ha mostrado su convencimiento de que, en el marco de la colaboración existente en todos los ámbitos entre ambos países, "el Gobierno de Estados Unidos despejará las dudas que han surgido sobre este asunto".
El embajador adelantó, en una entrevista con este diario el pasado 24 de septiembre, la respuesta que daría al Gobierno español ante una eventual petición de explicaciones: “Lo que ha pasado es algo que otros hacen también”. Pero no aclaró qué es lo que ha pasado. Ni tampoco lo que Estados Unidos y otros países hacen.
Los embajadores estadounidenses que han sido convocados por el mismo motivo en otros países han eludido entrar en los detalles e informado de los objetivos de la recolección de datos y de la decisión del presidente Obama de llevar a cabo una revisión del programa, especialmente en relación con la capacidad de inteligencia con respecto a los aliados. "Queremos asegurarnos de que recopilamos información porque la necesitamos, no solo porque podemos", dijo Lisa Monaco, asesora del presidente en materia de lucha antiterrorista.
La Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense espió 60 millones de llamadas en España entre el 10 de diciembre de 2012 y el 8 de enero de este año. La información recabada no incluyó el contenido de las llamadas pero sí el número de teléfono del receptor y del emisor, sus ubicaciones, la duración y el número de serie de los teléfonos, según la información hecha pública por el bloguero estadounidense Glenn Greenwald, que ha tenido acceso a los documentos secretos filtrados por el exanalista de la NSA Edward Snowden.
El Gobierno ha decidido dar una respuesta de bajo perfil ante las revelaciones de espionaje. Su objetivo es no deteriorar la estrecha colaboración entre los servicios secretos de ambos países
De hecho, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), principal servicio secreto español, daba por descontado desde que empezó el goteo de informaciones sobre el espionaje electrónico masivo perpetrado por Estados Unidos que la NSA había interceptado masivamente comunicaciones privadas en España, pero descartaba que hubiera tomado como objetivos selectivos a políticos españoles.
Pero al hilo de las revelaciones de que el correo electrónico de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y el móvil de la canciller alemana, Angela Merkel, fueron interceptados esa confianza se fue resquebrajando. Los documentos difundidos por el diario británico The Guardian indican que no solo ellas, sinoun total de 35 líderes mundiales fueron espiados por la NSA.
En España la interceptación de comunicaciones y el acceso a datos (las identidades del emisor y el receptor de la llamada, el SMS, o el correo electrónico, fecha, hora y duración) sin el requerido control judicial, constituye un delito. Los datos revelados Greenwald y que publica El Mundo confirman el alcance de este espionaje masivo.
Madrid es una de las 80 ciudades del mundo desde donde la NSA, en colaboración con la CIA, espía al mundo. España y EE UU estrecharon su cooperación contra el terrorismo de ETA y el yihadista en 2001. El entonces presidente José María Aznar dio vía libre a los servicios secretos estadounidenses para operar en territorio español durante una reunión con el presidente George W. Bush en Washington solo dos meses después del 11-S. A cambio, Aznar pidió a Bush que facilitara al CNI equipos avanzados de interceptación de comunicaciones.
Las noticias de que EE UU espió el móvil de Merkel, rastreó masivamente en España e interceptó unos 70 millones de llamadas en Francia derivaron en que el caso se convirtiera la semana pasada en protagonista absoluto de la cumbre de la UE, de la que salió una tímida iniciativa franco-alemana para fijar un marco de actuación de los servicios secretos. Rajoy dijo entonces que no planeaba sumarse a la propuesta de los dos grandes socios. Tampoco tenía previsto el presidente del Gobierno encargar una investigación al CNI.

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