22 de mayo de 2012

Última oportunidad


EDITORIAL

Última oportunidad

El Gobierno agota sus opciones para rescatar a la banca sin recurrir a la intervención europea

El Ministerio de Economía tomó ayer dos decisiones para corregir la falta de confianza de los inversores en el sistema financiero español. Anunció que las consultoras Roland Berger y Oliver Wyman examinarán los balances bancarios y efectuarán una nueva prueba de esfuerzo de la banca española ante lo que se conoce como “condiciones económicas adversas”, que en el caso de la economía española se prolongarán probablemente durante 2013. La tarea de ambas consultoras es solo la primera parte de las pruebas, porque en una segunda etapa tres auditoras analizarán el peso de los activos tóxicos inmobiliarios y decidirán si están cubiertos con las provisiones necesarias. Además, el ministro Guindos ha calculado que Bankia, recién nacionalizado, necesitará unos 7.500 millones adicionales necesarios para provisionar sus activos inmobiliarios. Rajoy y Guindos apuran algunas de las pocas oportunidades que quedan para demostrar que la banca española puede consolidarse y recuperar solvencia exterior sin recurrir a la intervención europea.
El recurso a Roland Berger y Oliver Wyman parece una maniobra para ganar tiempo. Los dictámenes de ambas consultoras solo pueden tener valor si están respaldados por la Comisión Europea. Esa era la única ventaja política de la decisión de Rajoy de encomendarse a Europa. Las dos sociedades no aportarán un gramo más de credibilidad a la banca española. Los tests de esfuerzo patrocinados desde Europa no consiguieron restañar la confianza en las entidades españolas, que sufren un desgaste continuo por la aguda recesión que padece la economía española, equivalente a una subida pronunciada y continua de la morosidad. Es poco probable que Roland Berger y Oliver Wyman consigan lo que las pruebas de esfuerzo europeo no lograron.
Pero es que la intervención de ambas consultoras encarecerá un poco más el coste de los recursos públicos para el rescate bancario. La tendencia natural de un analista bancario es pedir más provisiones; sería insólito, por ejemplo, que dictaminaran un exceso de cobertura de riesgos. En el caso de Wyman, además, la fiabilidad profesional es discutible. El grupo estadounidense aseguró en 2006 que el Anglo Irish Bank era “el mejor banco del mundo” y dos años después fue nacionalizado, como parte de la ruina bancaria que provocó la intervención de Irlanda.
El diagnóstico es que Europa está presionando al Gobierno español para que resuelva el problema de Bankia y que el equipo económico está perdiendo los nervios. La política de parcheo de provisiones no funciona ante los mercados y la nacionalización de Bankia se ha detallado mal porque no basta con saber qué hacer, sino que hay que saber cómo hacerlo. El presidente del Gobierno niega formalmente la intervención europea, pero se está quedando sin opciones si el castigo a la deuda continúa y mantiene el rechazo a un pacto con la oposición para ofrecer un discurso único frente a Europa.

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