27 de junio de 2019

TRANSFORMACIONES

P E R I S C O P I O

Blog Contra-Revolucionario

miércoles, 26 de junio de 2019


TRANSFORMACIONES – 27/06/2019

No hace mucho, hoy en día es más raro, había personas que decían querer arreglar las cosas, influir en el rumbo de los acontecimientos, con la intención de solucionar los problemas de la sociedad. Había entre ellos quienes se quejaban de no tener los medios materiales para poder acometer cualquier acción que fuese útil o eficaz. Esto era seguido de una sensación de impotencia y no pocas veces de desánimo.

Veamos el ejemplo de San Bonifacio en Alemania introduciendo con él la civilización greco romana en los matorrales salvajes de la Teutonia. El mismo soplo de cristianismo, que barrió de la agreste Germania los fantasmas inconsistentes de su antigua mitología, desterró también el salvajismo y la crueldad que caracterizaban a las implacables hordas de bárbaros que asolaban constantemente las fronteras del Imperio Romano. Lo que San Bonifacio hizo en Alemania, lo hicieron en todas las naciones occidentales innumerables misioneros humildes que, como pregoneros de la verdad, recorrían en toda su extensión la Europa bárbara y salvaje de los primeros siglos medievales.

El hombre civilizado de nuestros días orgulloso de la velocidad de sus ferrocarriles en vez de envanecerse con los inventos de su siglo, debería recordar que no hay línea ferroviaria, no hay trazado de autopista, no hay campo de aviación y no hay puerto de mar alguno, en los límites del antiguo Imperio Romano, en que, muchos siglos atrás, no hubiese nuestra civilización penetrado por primera vez con el cayado de un misionero anónimo y abnegado. Y esta verdad no es sólo europea, se desdobla por todo el mundo.

Al contrario de lo que pretenden tantos filósofos y sociólogos, el curso de la Historia no es hecho exclusiva o preponderantemente por las imposiciones de la materia sobre el hombre. Estas influyen, sin duda, en el actuar humano. Pero la dirección de la Historia pertenece al hombre, dotado de un alma racional y libre. En otras palabras, es él quien, actuando unas veces más profundamente y otras menos sobre las circunstancias en las que se encuentra y recibiendo también en medida variable las influencias de éstas, comunica su curso a los acontecimientos. Ahora bien, la acción del hombre se desarrolla, normalmente, en función de sus concepciones sobre el universo, sobre sí mismo y sobre la vida. Esto implica en decir que las doctrinas religiosas y filosóficas dominan la Historia y que el núcleo más dinámico de los factores de los que resultan las grandes transformaciones históricas, está en las sucesivas actitudes del espíritu humano frente a la Religión y la Filosofía. Es lo que puede mover la Historia y ayudarnos a salir de la encrucijada en que se encuentra nuestra sociedad.

EXTRACTOS DE COMENTARIOS DEL PROF. PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA DE AUTORIA DE NACHO ALDAY SIN REVISION DEL AUTOR.

No hay comentarios: