(José M. Vidal/Agencias).-Triste, dolorido, pero esperanzado. Así se muestra el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, en sendas entrevistas a dos medios italianos: Radio Vaticano y L'Avvenire. El prelado trata de desligar los atentados del Islam: "NUnca se puede usar el nombre de Dios, para justificar la violencia".
En RV, tuvimos la oportunidad de hablar con el Card. Juan José Omella, Arzobispo Metropolitano de Barcelona, después de la barbarie terrorista que enlutó a su archidiócesis, Cataluña, España y a las personas de buena voluntad de todo el mundo.
En la víspera de la Santa Misa, en la Basílica de la Sagrada Familia, en sufragio por los que han sido asesinados en la Ciudad Condal y en Cambrils, por la recuperación de los heridos y para acompañar a los familiares de las víctimas de acciones «tan inhumanas», como señaló el Papa Francisco.
El purpurado destacó que la oración es también por las víctimas del terrorismo en Europa y en todo el mundo: para pedir un corazón de carne y no de piedra.
Uniéndose así al tuit pontificio del 19 de agosto de 2017: «Rezo por todas las víctimas de los atentados de estos días. ¡Que la violencia ciega del terrorismo no encuentre lugar en el mundo!».
El Card. Omella nos habló de su encuentro con algunos de los heridos y sus familiares. Momentos de intensa conmoción, nos dijo, en los que pudo experimentar la cercanía y solidaridad también del personal sanitario, ante el dolor estremecedor de las víctimas inocentes.
«Ninguna religión es terrorista». La violencia es una profanación del nombre de Dios. No nos cansemos nunca de repetirlo: «Nunca se puede usar el nombre de Dios para justificar la violencia. Sólo la paz es santa. Sólo la paz es santa, no la guerra», reafirma el Papa Francisco en su Mensaje para la Jornada de la Paz 2017.
Tenemos que distinguir, entre una persona religiosa, en este caso musulmanes, y un terrorista, nos dijo también el Arzobispo de Barcelona, que poco antes, había visitado en el hospital a una de las pequeñas víctimas, un niño musulmán de 6 años, herido de gravedad. «Rezamos juntos los obispos y los padres de ese niño, también musulmanes», subrayó con emoción el Card. Omella.
En la entrevsta a L'
Avvenire, diario de la Conferencia episcopal italiana, Omella confiesa: "Es terriblemente trágico ver como en un instante se destruye una vida a manos de unos terroristas, que no se sabe lo que tienen en la cabeza".
Y añade: "Un atentado como éste en Las Ramblas, en el corazón de nuestra ciudad, nos deja un interrogante: ¿por qué? ¿Por qué algo así? ¿Porqué precisamente aquí vino a producirse esta tragedia, esta falta de fraternidad y de respeto al otro?"
A su juicio, el terrorismo no tiene base. Y menos, en la religión. "Sabemos que Dios, Alá es misericordioso, porque Dios es el Dios de la paz y de la misericordia, y la religión quiere decir camino de fraternidad y de construcción de la paz, no de muerte ni de destrucción".
Y es que "una cosa es ser musulmanes, fieles discípulos de Alá, y otra cosa es ser terroristas. Hay que distinguir. El terrorista puede utilizar el nombre de la religión musulmana, pero no es una persona religiosa, porque atenta contra la vida misma del musulmán y contra la religión, contra la vida religiosa. No es un ser humano y no es una persona religiosa".
Y el cardenal de Barcelona, termina su entrevista con un llamamiento a la esperanza: "No podemos dejarnos estrangular por el miedo. Nuestra fe debe construir la convivencia y la paz, con las puertas abiertas a todos. Formamos parte de la misma casa común que es la tierra. Somod de diferentes razas, culturas y religiones, pero todos somos hermanos, y estamos llamados a contruir la fraternidad en el mundo".
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