17/09/2016
NACHO ALDAY - ESPAÑA
Mientras la semana pasada veíamos la
inauguración de una escuela yihadista en
el País Vasco con total tolerancia, en el pueblo navarro de Fontellas un marroquí
subía al tejado de la iglesia para
acceder por el campanario al interior del templo donde prendió fuego a la Virgen del Rosario, patrona del
pueblo, y a otra imagen de la Dolorosa causando el desprendimiento del techo,
etc.
La Policía procedió a su detención pero el
juez lo dejó en libertad al día siguiente a pesar de enorgullecerse del
atentado.
Para colmo el yihadista ya había cometido
destrozos similares en iglesias de localidades cercanas.
Como era previsible ha vuelto a atacar otra
iglesia, en este caso la de Ribaforada, derribando la cruz de piedra que
culmina el tejado y decapitando la imagen de San Bartolomé.
Indudablemente España es un Estado fallido.
Como en el 36 que no hubo más remedio que levantarse en armas para restablecer
el orden.
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