2 de septiembre de 2016

España está sin Gobierno, pero ¿dónde está el Rey?

La Gaceta

LAS ATÍPICAS VACACIONES DE LA FAMILIA REAL

España está sin Gobierno, pero ¿dónde está el Rey?


Felipe VI y doña Letizia han aligerado en los últimos meses su agenda oficial. Además, durante las vacaciones han reducido su presencia en Palma y no estuvieron presentes en los Juegos Olímpicos.
Juan E. Pflüger
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El día 3 de agosto los reyes de España, acompañados de sus dos hijas, realizaban el tradicional posado de comienzo de vacaciones en el Palacio de Almudaina al que habían llegado el 30 de julio. En la conversación con los periodistas que cubren normalmente la información de la Casa Real comentaron que la situación política española les hacía tener que adaptarse y justificaban su ausencia en los Juegos Olímpicos. Explicó que una visita como esa requiere de mucha planificación, y era “muy complicado” en la actual situación política española. La española ha sido la única casa real europea que no ha acudido a esta cita olímpica.

Lo que es cierto es que, desde las frustradas elecciones del pasado 20 de diciembre, los reyes han cancelado numerosos viajes internacionales. La primera de estas suspensiones se produjo en enero pasado, cuando Felipe VI canceló una visita a Arabia Saudí, alegando que el artículo 99 de la Constitución Española establece la necesidad de la permanencia del Rey en España. Lo que parecía una excusa para no visitar a un país incómodo en el que las denuncias por falta de respeto a los Derechos Humanos son cada vez más frecuentes, se ha convertido en la norma en el comportamiento del Monarca.
Así, unos meses después, en marzo, Don Felipe cancelaba una visita al Reino Unido que se encontraba comunicada con mucha antelación. La invitación había sido cursada personalmente por Isabel II y la cancelación no fue bien vista ni por los medios ni por la clase política británica.
Después, otras dos cancelaciones, los reyes habían anunciado en la agenda de la Casa Real que durante el mes de abril viajarían a Japón y a Corea del Sur, dos viajes que también han sido aplazados alegando los mismos motivos.
La única excepción a esta falta de actividad de la Casa Real fue la visita a Portugal, de apenas unas horas, en la que Felipe VI estuvo presente por su brevedad y por no ser una invitación generalizada a todos los Jefes de Estado.
Esta forma de actuar está dando argumentos a los enemigos de la Monarquía dentro de España ya que se prodigan las críticas alegando falta de actividad e inoperancia del Rey. En esta línea ya se habla de que su majestad está pasando la actual crisis política española “poniéndose de perfil”, apartándose de los focos.
No son pocos quienes han acusado al Rey de estar haciendo el juego a los partidos de izquierda que quieren una Monarquía menos “operativa” -en el caso del PSOE- o direnctamente su desaparición -como solicita Podemos-.
Un vistazo a la agenda oficial de Felipe VI durante el mes de julio muestra la diferencia con el mismo mes de años anteriores. Su actividad pública se ha limitado a doce actos, de los que la mayoría fueron de apoyo a la cultura, cuatro de carácter militar -entregas de despachos e inauguraciones- y dos como representante del Estado en la recepción al presidente norteamericano, Barak Obama, y la asistencia a la recepción de la Embajada de Francia tras el ataque islamista en Niza.

Vacaciones atípicas

Este año la Familia Real acortó su estancia en Mallorca, donde permanecieron hasta el día 11 de agosto. Durante ese tiempo, la agenda pública de los reyese se redujo al mínimo imprescindible. Felipe VI viajó a Madrid para mantener un despacho con el presidente en funciones, Mariano Rajoy, y mantuvieron la tradicional cena con las autoridades de las comunidad balear.
Durante su estancia en la isla, la actividad de los monarcas se ciñó a actos privados principalmente. Desde el 80 cumpleaños de la infanta Pilar -celebración a la que no acudió Letizia-, a comidas con amigos de las que han trascendido fotografías a través de diversos medios de comunicación.
El día 10 volvieron a Madrid -donde Felipe y Letizia aprovecharon para ir solos al cine-, después se trasladaron el 13 a Croacia, donde los cuatro miembros de la Familia Real se embarcaron en un yate que habían alquilado para pasar una semana. El barco -llamado “Dolce Vita”- es un velero con todas las comodidades: jacuzzi, cuatro camarotes, cinco baños, motos acuáticas,… cuyo alquiler cuesta 32.000 euros semanales más los gastos del servicio que ascienden a 350 euros por persona y día.

Ya en Madrid, lejos de retomar la agenda oficial, se pudo ver a los reyes saliendo a cenar juntos el martes 23 al restaurante La Lonja, próximo al Palacio Real.
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