28 de mayo de 2013

Rusia defiende la venta de misiles a Siria e Israel amenaza con represalias

Rusia defiende la venta de misiles a Siria e Israel amenaza con represalias

El ministro de Defensa israelí dice que sabrá "qué hacer" si los misiles S300 llegan a Siria

Rusia dice que son necesarios para que Damasco se defienda de "injerencias extranjeras"

el pais -  Jerusalén 28 MAY 2013 - 14:19 CET1
Ejercicios del Ejército de Israel frente a Siria, en el Golán. / ABIR SULTAN (EFE)
Rusia e Israel, ambos países afectados por la revuelta interna que vive el régimen de Bachar el Asad en Siria, se enfrentaron de forma indirecta este martes, ante el posible envío por parte de Moscú a Damasco de una remesa de misiles tierra-aire S-300. El Gobierno ruso dijo que son armas defensivas necesarias para que El Asad contenga injerencias extranjeras, sobre todo de células opositoras radicales. Israel, por su parte, dijo que considera esos proyectiles autopropulsados un arma de ataque, que podría infligirle daños a su población civil, lo que le obliga a dejar abierta la posibilidad de un nuevo ataque preventivo.
“Creemos que este comportamiento de entregarle armas a El Asad en este momento crucial de la guerra civil es totalmente erróneo”, dijo en una conferencia en Jerusalén el ministro israelí de Asuntos Estratégicos e Inteligencia, Yuval Steinitz. “Son misiles para defensa aérea, pero los S-300 son también armas de ataque. Con un alcance de hasta 200 o 300 kilómetros, pueden atacar aviones en la zona de Tel Aviv”, añadió. “Este es un tipo de refuerzo, un tipo de apoyo a un régimen brutal que está totalmente equivocado, también desde un punto de vista moral”.
Desde principios de año, Israel ha atacado objetivos militares en Siria en tres ocasiones, siempre en las inmediaciones de Damasco. El Gobierno de Benjamín Netanyahu no ha admitido la autoría de esos ataques, que según la inteligencia militar norteamericana iban destinados a coartar envíos de armamento sofisticado -misiles, en su gran mayoría- a la milicia libanesa Hezbolá, que lucha codo con codo con las tropas de El Asad dentro de Siria.
Este martes, el ministro de Defensa de Israel, Moshe Yaalon, ha amenazado de forma velada con un nuevo ataque si los misiles S-300 abandonan Rusia con destino a Moscú. “Puedo confirmar que los envíos aún no han sido efectuados”, dijo Yaalon durante un repaso rutinario a tropas en Jerusalén. “Espero que no sean enviadas, y si, dios no lo permita, alcanzan Siria, nosotros sabremos qué hacer”, añadió. En el Ejecutivo de Israel, que no suele admitir en público operaciones militares en el extranjero, las palabras de Yaalon suponen una advertencia en toda regla a Damasco.
Rusia, el fabricante y vendedor de esos misiles, dijo también este martes que la venta de esos misiles obedece a su voluntad de reforzar a Damasco ante injerencias externas. “Creemos que estas entregas son un factor de estabilización y que medidas como estas en muchos sentidos previenen que los radicales exploren supuestos en los que este conflicto podría cobrar una presencia internacional con la participación de fuerzas externas”, dijo en rueda de prensa el ministro de Exteriores ruso Sergei Riabkov, informa la agencia Ria Novosti.
Rusia es uno de los más sólidos aliados de El Asad en la escena internacional. Le ha apoyado en la revuelta que comenzó en marzo de 2011 y, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha vetado, junto a China, tres resoluciones de condena al régimen. El lunes, los ministros de Exteriores de la Unión Europea votaron en Bruselas a favor de levantar el embargo a la venta de armas a sirios, siempre y cuando estas se destinen a las facciones moderadas de la oposición. El embargo está vigente desde mayo de 2011.
El ministro ruso Riabkov criticó repetidamente la decisión de los ministros de Exteriores de los 27 en su conferencia de prensa. “Básicamente la UE está arrojando gasolina a las llamas del conflicto”, dijo en repetidas ocasiones.

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