Considera que es en realidad una ideología política contraria a la Carta Magna según declaró al dominical del diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.
A estas afirmaciones siguieron las de otro destacado líder del partido que ha capitalizado el voto de protesta contra la acogida de refugiados, Alexander Gauland, según el cual el Islam es un cuerpo extraño en Alemania.
Sostiene que no es una religión como la católica o la protestante, puesto que pretende apropiarse del Estado para islamizar Alemania, lo que la convierte en un peligro para el país.
Ambos líderes impulsarán en el próximo congreso de la AfD, que tendrá lugar en Stuttgart dentro de dos semanas, una moción para prohibir símbolos como el minarete, la llamada al rezo desde la mezquita y el burka, así como una estricta vigilancia de los templos musulmanes.
Se estima que en Alemania viven cuatro millones de musulmanes, a los que se unieron ahora los más de un millón de peticionarios de asilo llegados el año pasado, en su mayoría de esa religión.
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