2 de mayo de 2016
Juncker rechazó verse con Puigdemont en su visita a Bruselas
Juncker rechazó
verse con Puigdemont en su visita a Bruselas
El presidente catalán había negado
que su Gobierno hubiera solicitado una reunión
Carles Puigdemont, presidente de la
Generalitat de Catalunya.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, rechazó
reunirse con el presidente catalán, Carles Puigdemont, en su visita a Bruselas.
Así lo han según conformado este lunes fuentes europeas, que reconocen los
contactos y alegan que problemas de agenda impidieron el encuentro. El
presidente catalán había negado repetidamente que hubiera solicitado reunión
alguna. "Cuando creamos y queramos que se tiene que producir un encuentro
formal de trabajo lo pediremos en esos términos", aseguró Puigdemont este
lunes sobre la ausencia de encuentros de alto nivel con representantes
europeos.
La gira de tres días por Bélgica del presidente catalán ha terminado
este lunes sin
cruzar la puerta de ninguna institución europea. Atravesó la que ya estaba abierta y se acomodó en el cálido abrazo
de los independentistas flamencos, a los que no era necesario convencer de gran
cosa. El dirigente catalán ha insistido durante su visita en que el objetivo de
su llegada a Bélgica se circunscribía únicamente a la invitación del
ministro-presidente de Flandes, Geert Bourgeois.
El líder catalán ha asegurado este lunes que prefería aplazar ese
encuentro con líderes europeos a ver el resultado del referéndum del Brexit, y
dijo aguardar alguna señal favorable hacia el diálogo por parte de los líderes
europeos: "Cuando veamos que hay interés mutuo lo vamos a pedir y estoy
convencido de que habrá razones sobre la mesa para que les interese reunirse
con nosotros", añadió.
El bajo perfil que ha tenido la visita de
Puigdemont contrasta con los encuentros con líderes europeos de algunos de sus
predecesores en el cargo como Pasqual Maragall o Artur
Mas años atrás. Pese a
ello, el responsable de la Generalitat ha querido hacer una lectura positiva de
su visita: "El balance es altamente positivo en dos direcciones:
profundizar en la colaboración con el Gobierno de Flandes y en el conocimiento
de los procesos políticos de ambos países".
En su primera visita al exterior, Puigdemont se ha reunido con hasta
tres cargos públicos de la formación nacionalista flamenca, la N-VA, ha
estrechado los ya intensos lazos comerciales entre ambas regiones, ha visitado
una feria floral y ha navegado por Gante. En lo político, las flores las lanzó
el presidente de Flandes este sábado al señalar públicamente que sería
incomprensible que la
UE dejara fuera del club comunitario a Cataluña en caso de independencia. Que primaría el pragmatismo. Con la
negativa de Juncker, responsable del brazo ejecutivo de la UE, a mantener un
encuentro al ser sondeado por el alto representante de la Generalitat ante
la UE, Amadeu Altafaj, el presidente catalán no ha podido conocer de
primera mano la posición europea, y su visita ha quedado descafeinada y relegada
a ese intercambio bilateral con Flandes.
El dirigente independentista asegura que ha percibido en
Europa cierto desconciertoante la repetición de las elecciones generales en España, una inquietud
que explicó tras reunirse con representantes flamencos, que vivieron una
situación de parálisis similar al ser parte de las negociaciones que dejaron a Bélgica 541 días
sin Gobiernobatiendo
el anterior récord mundial de vacío de poder que ostentaba Irak.
En su
última jornada en Bélgica, Puigdemont ha mantenido un encuentro en Bruselas con
la delegación del Gobierno catalán en la capital belga y se ha visto con Hans
van Baalen, el presidente del ALDE, el grupo parlamentario europeo del que
forma parte Convergencia Democrática de Catalunya.
Etiquetas:
Autonomías - Regionalismo-Separatismo,
Cataluña,
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