14 de noviembre de 2016

¿Está perdiendo liderazgo la opinión mediática?

¿Está perdiendo liderazgo la opinión mediática?

Publicado por  ABC - el nov 14, 2016
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Hasta hace unos años la conducta de los ciudadanos estaba fuertemente mediatizada por lo que propagaran los líderes de opinión en los medios de comunicación más influyentes. Este fenómeno podía describirse como la “ajenidad” del pensamiento del individuo-masa que tan bien precisó Ortega y Gasset, refiriéndola al “yo-gente”.
En efecto, en la lección “Cambio y crisis”, que forma parte de su obra “En torno a Galileo”, escribía en 1933 este genial filósofo: “Y al vivir yo de lo que se dice y llenar con ello mi vida he sustituido el yo mismo que soy en mi soledad por el yo-gente”. Al fenómeno del “yo-gente” siguió, en la era de la información, el del “yo medios”, en virtud del cual una buena parte de los ciudadanos sustituyó su propio yo por un nuevo “yo-social” integrado por la opinión dominante de los líderes de opinión en los medios de comunicación de mayor prestigio.
En el año que encamina su final, han tenido lugar, sin embargo, tres acontecimientos que parecen apuntar hacia una especie de rebelión de la ciudadanía contra la tesis mayoritarias que defendían en esos casos los medios mayoritarios. Me refiero al “brexit”, al referéndum colombiano sobre el acuerdo de paz con las FARC y a los muy recientes elecciones presidenciales norteamericanas.
Pero, adviértase que no planteo lo sucedido tanto como sendos fracasos de las encuestas de opinión –que han sido clamorosos- como una indiscutible divergencia entre la que se suponía que iba a ser la opinión mayoritaria y la que finalmente se manifestó. En los tres casos, el resultado final fue distinto del esperado: hubo “brexit”, no se aprobó el acuerdo de paz en Colombia y fue elegido presidente el que supuestamente “menos gustaba”. Y, sin embargo, -insisto- la casi generalidad de los medios parecían dar por hechos los resultados contrarios.
¿Ha sido una simple coincidencia o estamos ante un cambio social que debe ser detenidamente analizado? Me parece que estamos ante algo más que una simple coincidencia. Pero no me atrevo a afirmar ni que estemos en un proceso de cambio ni si, en caso de estarlo, tiene o no suficiente trascendencia como para que debamos prestarle atención.
Lo que vislumbro es más impermeabilidad de la ciudadanía con respecto a la opinión publicada, una especie de recuperación de su “propio pensamiento” y de abandono de los fenómenos del “yo-social”. Me explico. Ser seguidor de Donald Trump, tanto en Estados Unidos como en España, era poco menos que aberrante. Sus opiniones machistas, racistas, y radicales contra los más desfavorecidos, no parecían asumibles por mentes educadas en el mundo de los derechos humanos. Los mensajes certeros en ese sentido de los medios de comunicación hacían sumamente difícil que alguien con sentido común pudiera votar por Trump.
Sin embargo, la imprevisibilidad del voto, inherente a su carácter secreto, condujo a que una clara mayoría de norteamericanos votase a favor de tal “energúmeno” político. Habrá varias razones para explicarlo, lo mismo que lo del “brexit” y lo del acuerdo colombiano. Pero es bastante posible que entre ellas esté la de que el liderazgo de opinión mediático esté perdiendo eficacia y que nos hayamos adentrado en una era que empieza ser más “la de la propia opinión” que solo la “era de la información”. Dicho más claramente, la gente empieza a tener su propia opinión que, a veces, no coincide con la de los medios influyentes.

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