10 de abril de 2013

La policía prohibirá los escraches a menos de 300 metros de los domicilios


La policía prohibirá los escraches a menos de 300 metros de los domicilios

El secretario de Estado de Seguridad pretende así proteger los derechos de ambas partes

La Defensora del Pueblo solicita que se amplíen las facultades de los jueces en los desalojos

Un centenar de personas se manifiesta contra los desahucios en Zaragoza. / JAVIER CEBOLLADA (EFE)
El Ministerio del Interior dará instrucciones "claras" a la policía para que, como norma general, prohíba la celebración de escraches a menos de 300 metros de los domicilios de los políticos. El objetivo es garantizar el ejercicio de los derechos de ambas partes.
En declaraciones a los medios tras inaugurar la primera convención de mandos de la policía, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ha asegurado que se está trabajando "con el mismo criterio" que ha adoptado la Ertzaintza recientemente y que fija este límite especial.
Aunque Martínez ha matizado que cada caso será estudiado, la medida de fijar límites especiales será, como norma general, de 300 metros con la finalidad de "armonizar" tanto el ejercicio de los derechos de los ciudadanos como el de las personas públicas.
Ignacio Cosidó, director de la policía, ha dejado claro que los agentes actuarán con "proporcionalidad" y "equilibrio". Además, ha calificado de "error" que se dimensione este fenómeno y su gravedad, que es "muy limitada". No obstante, ha señalado que los actos violentos y la coacción son inaceptables: "Hay actitudes de acoso e insulto, de agresiones verbales o físicas que son prácticas totalitarias y que requieren no solo la actuación de la policía, sino también una condena expresa de todos los que creemos en la democracia".
La defensora del pueblo, Soledad Becerril, también ha hablado sobre los desahucios esta mañana. Ha pedido que se aumenten las facultades de los jueces en la materia, de acuerdo con la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que abre la puerta a que los magistrados puedan parar estos procedimientos en determinadas circunstancias.
Becerril ha planteado esta propuesta durante su comparecencia en el pleno del Senado, donde ha presentado una actualización del informe monográfico sobre la crisis y los deudores hipotecarios elaborado en enero de 2012. Allí ha insistido en la necesidad de llevar a cabo una reforma profunda de la regulación de la situación de los deudores hipotecarios. La defensora ha propuesto dos tipos de medidas: paliativas y preventivas.
La defensora ha abogado por que se dote al juez de mayor capacidad para que exista "una mayor flexibilidad a la hora de facilitar acuerdos entre acreedores y deudores" que permita una "segunda oportunidad" a la hora de poder pagar las deudas. Así, ha recordado que hay familias a las que la crisis económica les ha llevado a la imposibilidad de "devolver los préstamos a las entidades financieras y se quedan sin vivienda".
Becerril ha propuesto establecer un acto previo de conciliación en el que el juez tenga la potestad de imponer un acuerdo razonable, limitar los "abusivos intereses de demora", aplicar la dación en pago "solo en algunas circunstancias" y elaborar el concepto jurídico de "deudor de buena fe".
También ha insistido en otras medidas, como la creación de un procedimiento para las situaciones de insolvencia personal y familiar para que se pueda conservar la vivienda y encontrar "una vía de salida reduciendo y alargando las obligaciones de pago".

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